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Testimonios

"A ustedes que aún están a la espera de un órgano, no decaigan, no se rindan, no pierdan la fe"

Mi nombre es Claudia Castro tengo 25 años, soy de la ciudad de Iquique.
Todo comenzó en octubre del 2005, a los 13 años cuando me diagnosticaron una hepatitis que constaba en régimen de comida y medicamentos, pero luego comencé a ponerme más amarilla, comencé con dolores fuera de lo común y comenzaron con bastantes exámenes más de los habituales, cuando un día de urgencia me toman un examen y me dicen que deben hospitalizarme ya que algo no anda bien y yo digo por qué? si me siento bien y resistida a hospitalizarme hasta que terminé por aceptarlo. Luego de unos días hospitalizada me comentan que mi diagnóstico es una hepatitis autoinmune, la cual le da a 1 de cada 10 personas y que debo viajar a Santiago para comenzar con un tratamiento en el hospital Calvo Mackenna y desde ahí comenzó una pesadilla que yo decía por qué a mi? si sólo soy una niña.

“Si contar mi historia puede hacer reflexionar sólo un poco, sentiré que en algo aporté.”

Por : Kathy Bórquez M.

Kathy BorquezQuizás esto puede ser algo chocante o sorpresivo para algunas personas, que si bien me conocen no saben mi situación de salud. Si gusta leer esto se lo agradecería en nombre de varias personas. Para los que en verdad me conocen saben lo importante que es para mí.

Siempre pensé escribir esto cuando me trasplantara, sí, cuando me trasplantara, pero no, ya serán 8 años a la espera de un riñón.

Cuando tenía 15 años me diagnosticaron de un momento a otro insuficiencia renal crónica terminal. Pasé de no conocer el hospital a ser el lugar más concurrido. Cada intento de tratamiento para mejorar o disminuir el daño en mi cuerpo era inútil, por lo contrario, todo empeoraba. Sentía que los médicos de verdad querían que yo mejorara, más allá de ser solo una paciente más, muchos veían en mi a sus hijas, mi edad era la que más influía ya que tenía toda una vida por delante, pero lamentablemente todo estaba muy avanzado y no había mucho más que hacer. Paralelamente estaba siendo atendida en la salud pública. Cuando ya todo estaba definido, ya no había nada más que hacer. mi doctor me dice que existe un tratamiento que me ayudaría a vivir mientras esperaba un trasplante , ya que esa era la única solución para un mejoría definitiva. Ese tratamiento era la hemodiálisis; la cual debía realizarla día por medio. Mientras esperaba ingresar a mi tratamiento, el cual yo me negaba, tuve muchas crisis, pero hubo una que fue la peor, la cual me dejó al borde de la muerte, estuve casi 3 días inconscientes, mi cuerpo ya no resistía más, necesitaba la diálisis, y así fue. Un 8 de agosto del 2008 ingrese a diálisis en el hospital de Chillán.

Carla Bracchiglione Schmidt: "… nunca me planteé la posibilidad de llegar a ser yo quien necesitara un donante."

Vida FelizSiempre fui consciente de la importancia de la donación de órganos y lo que podía significar en la vida de otra persona y su familia, razón por la cual siempre conversamos el tema en familia, aceptaron mi elección de ser donante y me apoyaron, algunos se inscribieron conmigo incluso. Veía la donación de órganos como un acto de entrega, nunca me planteé la posibilidad de llegar a ser yo quien necesitara un donante.

Fui diabética insulino dependiente desde los cuatro años de edad. Creo que no lo veía como algo “anormal” o complejo debido a mi edad, lo tomaba como mi forma de vida y no me costaba entenderla. Mis padres fueron vitales en ese proceso, ya que fueron quienes asumieron mis cuidados y las explicaciones desde el primer minuto y quienes me fueron enseñando, poco a poco, qué podía comer y qué era riesgoso para mí hacer.

Francisco Guerrero, Trasplantado participante en los Juegos Mundiales del Mar del Plata

5 de Septiembre 2015 

francisco guerreroEn la foto muestro la camiseta que usé al participar en los XX World Transplant Games en Mar del Plata Argentina, olimpíada que reunió a casi mil trasplantados a fines de agosto.

Han pasado casi 10 días desde que me la puse para competir en bicicleta 20K y la guardo tal como estaba, sin lavar, arrugada y sudada con miles de gotas de sudor que representan cada latido de mi corazón y cada respirar hacia la meta.

No corría solo, me acompañaba quien anónimamente me dio su corazón, sin esperar de la vida nada más que morir como un hombre bueno, solidario.

En su homenaje corro, vivo y lo recuerdo.

Y no es solo un recuerdo del pasado, es ya un recuerdo del futuro, cuando con esperanza quiero ver que muchos hombres y mujeres de nuestro amado Chile sean donantes, y sean otros quienes tomen la posta y corran y vivan en su homenaje.

Cada gota de sudor fue una gota de recuerdo y esperanza.

Cada latido de este corazón, ajeno y mío a la vez, fue un latido de esperanza por muchos que esperan atados a una máquina de diálisis, atados a una bomba de oxígeno por sus pulmones enfermos, inválidos por un corazón dilatado, esperando... esperando.

Como quisiera que tú, o tú o tú que ahora estas sano, piense que la vida en un chispazo que no te pertenece, que de pronto se apaga, pero tus órganos aún tienen otra oportunidad. Si amigo, amiga, tus órganos pueden seguir viviendo en otro por muchos años más. No es necesario llevárselos hacia el polvo de la nada.

Tus órganos vivirán si eres donantes y otro será el que corra, sude y te recuerde con cada latido de su corazón, con cada respirar y con cada gota de sudor.

Y tal vez, también guarde en tu honor, su camiseta arrugada y sudorosa.

Francisco Guerrero C. Trasplantado cardíaco. 

Anita Ovalle Barrera: “Hace 7 años estuve a punto de morir, y hace 3 meses di vida”

Anita OvalleHola a todos. Mi nombre es Anita Ovalle, trasplantada hepática hace 7 años, a causa de una hepatitis fulminante de etiología no precisada, una mala racha de la vida, acompañada de la mejor racha de mi vida, logre encontrar un donante una semana después de caer en coma y quedar como prioridad nacional en enero del año 2008, justo cuando termine mi enseñanza media, estuve un año recuperándome del trasplante al cuidado de mi amada madre, luego me vine a Santiago, (Soy de Palmilla, VI región) y me puse a estudiar en la Usach, saque mi carrera Tecnólogo en Control Industrial, y a mis 24 años y sacando Ingeniería Industrial en la UTFSM, tuve la noticia que cambiaría mi vida más que el trasplante mismo, seria mamá, la noticia lleno de miedos mi mente, por mi salud y las posibles complicaciones que podría haber, me llego una camionada de dudas a la cabeza, el tema de los inmunosupresores, el riesgo para mí, el riesgo para mi bebé. Le informe a mi equipo médico, ya que fue un embarazo no planeado, y juntos me fueron guiando y orientando con las dudas, y no había ningún problema con tener bebé, me traté el embarazo como alto riesgo con controles muchos más seguidos que lo hacen las mujeres sin patologías, y tuve un embarazo súper bueno, cuidándome como de costumbre, alimentándome bien, haciendo ejercicios, y controlándome cuando correspondía, termine el año laboral y estudiantil, me hospitalizaron dos veces por una leve subida de presión y síntomas de parto prematuro, pero fue solo para observación, lo que al final no pasó nada, a las 39 semanas con 4 días me hospitalizaron y me indujeron el parto, pero lamentablemente mi bebe empezó a tragar liquido por lo que me hicieron una cesárea para evitar complicaciones. Nació sana, fuerte y bellísima, con unos ojos de aceituna que iluminaron por primera vez un frío pabellón de cirugía.

Bárbara Carrillo: “Gracias a la familia de la persona que perdieron ese día, les debo todo”

Coni Denham / 10 Diciembre, 2014

Bárbara Carrillo_1Si alguien no hubiera muerto, no estaría escribiendo esto hoy. Si, quizás suene duro, y es que es duro, pero es verdad.

Nací con Fibrosis Quística, y la mayor parte de mi vida la viví sin problemas, tener FQ nunca fue una limitación para mi. Me tenía que cuidar más de lo normal, ir harto al doctor y tomar muchos remedios, pero eso no impedía que llevara una vida normal. Sabía que podía ponerme mal con el tiempo, pero siempre me vi optimista y me cuidaba para que eso no pasara.

Viví en Coyhaique, en la Patagonia Chilena, con el frío del Sur, hasta que salí del colegio, y con 17 años recién cumplidos me vine a estudiar a Santiago. Obviamente el cambio fue grande, ciudad nueva, universidad, vivir sola, etc., y fue ahí cuando empecé a ponerme mal.

Entre el estrés de la universidad, y con este cambio radical de vida, me empecé a enfermar más y a necesitar hospitalizaciones. Me cansaba muy fácil y rápido, los ataques de tos eran constantes, bajé de peso notablemente, cada vez tenía que tomar más y más remedios, hasta que llegó un punto donde pasaba más tiempo en la clínica que fuera de ella.

Mi donante, amigo al otro lado del camino… Vivo por ti y por mí al mismo tiempo

Anita Ovalle_1Por : Anita Ovalle – Trasplantada hepática – 2008.

- “¡Doctor Despertó! Tranquila todo salió bien, tu Trasplante resultó un éxito. No se mueva, ya viene el Doctor.”

Esa fue la primera vez que oí la palabra Trasplante, tan ajena a mí como lo es para cualquier persona que lo más grave que ha tenido son las pestes que se pega en el Jardín y los resfriados de invierno.

De inmediato sentí un cariño indescriptible por mi nuevo hígado

(Allison Pacheco)

Allison Pacheco_1Mi nombre es Allison, tengo 19 años y hace un tiempo comencé a sufrir de dolores estomacales intermitentes que solo remitían al momento de comer. Pasé medio mes aguantándome los dolores, creyendo que se trataba de un malestar por haber comido algo en mal estado o por alguna mala "mezcla" de alimentos. Mi mamá sabía por lo que estaba pasando e intentó en varias ocasiones llevarme al médico pero yo me negué siempre; "ya va a pasar, debe ser por algo que comí" era siempre mi respuesta. Un día comprendí que ya era serio cuando a las cuatro de la mañana me tuve que levantar porque ya no soportaba el dolor, estuve cerca de dos horas despierta viendo tele y luego ignoré todo y me fui a dormir.

A la mañana siguiente desperté decidida a ir al doctor pero ya no era sólo el estómago, ya que al mirarme al espejo me vi la cara y los ojos amarillos. Como me di cuenta que se trataba de algo al hígado le dije a mi mamá y me llevó de inmediato a la clínica. El doctor pidió exámenes de urgencia y todo el perfil hepático salió alterado. Ese mismo día quedé hospitalizada y comenzó mi larga estadía que duró más de un mes pasando por tres diferentes clínicas.

 

Agradezco a quien en su dolor me dio la posibilidad de revivir…

Luis Salas_3“Usted tiene un año de vida” desconcertado miro al médico como si éste me hablara casi en broma. Esas palabras parecen retumbar aún en mi cabeza. Le invito a remontarse conmigo en el tiempo, saber cómo me entero de esta trágica noticia.

Desde años sufría de ataques gástricos, nauseas y algo de cansancio, los médicos dicen: gastroenteritis, después la diabetes realza el problema.

Psoriasis, ésta cubría mi cuerpo. Fui al médico, solicitó un perfil hepático, al volver dijo “olvídate de la psoriasis y preocúpate del hígado”, No sabía el oscuro futuro que me aguardaba. Me derivó a un gastroenterólogo, éste sin mediar nada, pone en mi ficha una sigla que me marcaría cual huella digital: OH, me califica de alcohólico por tener cirrosis hepática. Empieza una lucha desgastadora por conseguir un trato digno pues nunca he sido alcohólico. La sigla me sigue médico tras médico que repiten: “no hay solución para su enfermedad”. Ahí es donde dicen las palabras de apertura de esta carta que expresa mis vivencias.

Agradezco día a día a Dios y a mi donante por la oportunidad que me dieron de seguir viviendo esta hermosa vida

Irene OKuington_1A Irene se le nota la inmensa felicidad en cada palabra que dice , su rostro demuestra como un transplante puede cambiarle tanto la vida a alguien.

Ella es Irene Iokuingthon una mujer quién vivía una vida completamente normal hasta que en el año 99 empezó a sentir unos mareos y nauseas los cuales se fueron acrecentando con el tiempo y su piel comenzó a tomar un color amarillo poco a poco. Luego de visitar a un hepatólogo le fue detectada una hepatitis C la cual se agravó y le dijeron que tenía que trasplantarse. Su primera reacción fue de rechazo, ya que como muchos, el tema lo vio un cuanto lejano por lo que optó por terapias alternativas. Sin embargo su situación se deterioró tanto, por unos nódulos en el hígado los cuales se transformaron en cáncer, por lo que finalmente tomó la opción de trasplantarse.

“Gracias a Dios esa espera no fue tan larga y el cáncer no alcanzó otros órganos” señala. A pesar de esto su aspecto y su energía no eran los mismos y eso se notaba por lo que el trasplante fue esperado con mucha ansiedad y angustia.

“Queridos amigos, a los que esperan un donante jamás pierdan la fe, crean que los milagros existen…”

Jacqueline Mardones SalazarQuisiera compartir con Uds, mi bella experiencia . Mi nombre es Jacqueline Mardones Salazar, Magallánica. Hace aprox. 13 años nos vinimos a vivir a Santiago con mi hija. Cuando cumplí 40 años me cansaba demasiado, fui al médico y con tanto estudio y exámenes me descubrieron la hepatitis autoinmune con la cual había nacido y ya estaba colapsando en mí, comencé mi tratamiento y como todos, me fui endeudando hasta no dar más, a los 43 años colapsé, ya no podía caminar como antes, me agitaba demasiado y la fatiga se apoderó de mí. Un día ya no soporte más los dolores y mi hija me llevó al Hospital del Salvador y desde ese día comenzó todo de nuevo; los estudios y el Dr. Medina se encargó de mi caso, él jamás me abandonó hasta que caí en coma hepático sin reaccionar durante varios días, lo cual hizo que mi madre dejara todo en Pto. Natales, en compañía de mi adorada Pety, mi otra mamá, mi hermano Incondicional, Fernando y mi pobre hija se llevó todo el peso de una madre enferma, la verdad; ella es mi prueba de fortaleza y es mi gran amor. Así, pase gran parte de mi enfermedad, salía y volvía al hospital hasta que el dr. Medina logró que me visitara el doctor Fernando Gómez y me dijo:”- Desde este momento pasas al listado para trasplante hepático-“, estaba tan emocionada. Desde ese momento mi doctor Gómez me dió el tratamiento que al cabo de un año me hizo bien, siempre estable.