Mi nombre es Claudia Castro tengo 25 años, soy de la ciudad de Iquique.
Todo comenzó en octubre del 2005, a los 13 años cuando me diagnosticaron una hepatitis que constaba en régimen de comida y medicamentos, pero luego comencé a ponerme más amarilla, comencé con dolores fuera de lo común y comenzaron con bastantes exámenes más de los habituales, cuando un día de urgencia me toman un examen y me dicen que deben hospitalizarme ya que algo no anda bien y yo digo por qué? si me siento bien y resistida a hospitalizarme hasta que terminé por aceptarlo. Luego de unos días hospitalizada me comentan que mi diagnóstico es una hepatitis autoinmune, la cual le da a 1 de cada 10 personas y que debo viajar a Santiago para comenzar con un tratamiento en el hospital Calvo Mackenna y desde ahí comenzó una pesadilla que yo decía por qué a mi? si sólo soy una niña.
Comencé con el tratamiento , a hincharme, no quería salir y así pasé en ese tratamiento por varios años hasta me llevó a terminar mí enseñanza básica en exámenes libre y no pude entrar a 1º medio ya que caí en una depresión por el tema de mi cambio físico hasta que me mantuve bien toda mi enseñanza media pero, luego en el año 2011 me comencé a sentir bastante mal con muchos dolores ese año; recuerdo que estaba comenzando mi vida lo más bien en trabajo, amor, comenzaba una vida y caigo hospitalizada por una infección y esa misma noche desarrollé una hemorragia digestiva alta donde caí a la UTI. Volví a recuperarme y en junio del año 2016 me dio una encefalopatía hepática la cual no tengo memoria de nada lo que ocurrió y caí en un coma hepático por 4 días terribles para mi familia ,luego fui trasladada urgentemente a Santiago al hospital Salvador donde me tomó el DR FERNANDO GOMEZ y es ahí donde él me dice.”- Efectivamente, tu hígado ya no sirve, hay que sacarlo y necesitas un trasplante de hígado”- cada día empeoraba , me hinchaba más, perdía la memoria, me cansaba más pero no perdíamos la fe que ocurriría un milagro.
Hasta que por fin, el día 6 de septiembre del 2016 me llama mi enfermera y me comunica que hay un posible donante y, sólo en ese momento pasaba, ¿Será ésta mi oportunidad”- tenia tanto miedo, tanta ilusión. Fui traslada urgente a la Clínica Alemana de Santiago donde ese mismo día en la noche me comunican que ese hígado era 100% compatible conmigo y mi felicidad fue a 1000¡ y desde ahí no tengo memoria, solo sé que desperté y lo primero que vi fue a mis hermanos felices, diciendo: -“ Hermana, la pesadilla acabó¡-“ y yo, llorando; llamé a mi pareja y dije.-“’¿Dónde está él?- (DIEGO) y cuando él entró, yo sólo quería mirarme mis ojos y los vi y eran blancos , si! Blancos, ya no más amarillos y lloré de emoción y por fin mi pesadilla se acabó. Hoy ya llevo un año con mi nuevo órgano y todo gracias a mi Dios, retomando mi vida en total normalidad.
Sólo puedo dar las gracias a los excelente profesionales de la Clínica Alemana; la humanidad que hay es impagable, muchas gracias a todo el equipo de trasplante, aseo , técnicos, cirujanos y, en especial, a mi maravillo Doctor Fernando Gómez.
Y a ti ,mi gran Ángel, del cual estaré eternamente agradecida de tan sólo pensar que la familia en medio de su dolor me dieron la maravillosa vida que puedo tener hoy, simplemente gracias a ti, angelito y a mi dios.
A ustedes que aún están a la espera de un órgano, no decaigan, no se rindan, no pierdan la fe :ese órgano llegara.
Y a ustedes: ¡sean donantes!- recuerden que Donar es Dar Vida.